Líneas en el suelo por caída de álamos, subestaciones transformadoras destruidas, y peligros de seguridad pública producto de las permanentes descargas de rayos. Ese fue el escenario en el que trabajaron, 18 horas por día, todos los equipos de la distribuidora en Valle Medio.
“Entre viernes y sábado cayeron en algunas localidades, como Chimpay, hasta 130 milímetros de agua y granizo. El sábado se sumó el viento, que no nos dio tregua. Tuvimos muchas caídas de álamos en las líneas, roturas de transformadores por la irrupción de rayos, y todo tipo de contingencias. Fue durísimo la verdad, y todos trabajamos sin descanso, tanto los muchos que les tocaba guardia como aquellos que debían descansar”, explicó el ingeniero Fernando Loyola, Responsable Técnico Operativo de la sucursal Choele Choel.
Las mayores complicaciones se dieron en los sectores rurales, por la cantidad de plantas existentes y porque al caer tanta agua, se hizo muy difícil acceder a algunas zonas para soluciones las diversas contingencias.
“En las zonas urbanas logramos mantener dentro de lo posible el servicio, a pesar del temporal y de la fuerza con la que golpeó. En Choele, el sábado, experimentamos cortes en dos barrios porque debido a la caída de rayos, se quemaron dos transformadores. Los conseguimos, cambiamos las máquinas y lo solucionamos”, indicó Loyola, y agregó: “es importante que los vecinos sepan que estas son situaciones extraordinarias, de complejidad superior, y que cada uno de los trabajadores de EdERSA estuvo durante jornadas larguísimas tratando de sostener el servicio”.


EN LA ZONA ATLÁNTICA
Mientras tanto, en VIEDMA el temporal se hizo presente ya el jueves con intensas lluvias, y el sábado se registraron vientos con importantes ráfagas.
En la ruta 1 y la zona rural hubo mucha caída de postes por el viento y la humedad de la tierra. El barro complejizó mucho la colocación de postes, y se hizo realmente muy difícil acceder a las zonas donde hubo cortes de servicio.
El domingo se registró la salida de servicio del alimentador “Viedma 2”, por el ingreso de agua en una cabina de transformación. El hecho generó un corte en zona céntrica de la capital, que los equipos operativos consiguieron solucionar en una hora.
Si bien el temporal pegó fuerte, sobre todo en sectores rurales, cada grupo operativo trabajó 14 horas por día para sostener y defender el servicio.
“Fue una semana muy dura porque veníamos de una sequía larga y tuvimos días de mucha tormenta”, explico Luis Canales, Responsable Técnico Operativo de la sucursal GENERAL CONESA.
En esa localidad, el lunes 11 inició la semana con lluvia y caída de granizo, mientras que el miércoles continuaron las precipitaciones (hasta 50 milímetros de agua en dos horas) y se le sumaron fuertes ráfagas de viento.
El viernes pasado, a partir de la noche y hasta el sábado, el temporal pegó con mayor dureza aún, con lluvias que descargaron nada menos que otros 85 milímetros.
En la zona urbana de Conesa, las cuadrillas operativas consiguieron mantener el servicio casi sin interrupciones. “Sólo tuvimos una contingencia en media tensión, por la caída de un árbol sobre las líneas. Fueron 10 minutos de corte, y restablecimos el servicio”, remarcó Canales. El panorama más complejo se presentó en la zona rural, por las inundaciones que se registraron en diversos sectores, lo que en muchos casos hizo imposible el ingreso de los vehículos para realizar las reparaciones. Aún se espera el descenso del agua para completar las labores correspondientes en esa ciudad.