Edersa lleva adelante un plan de regularización en los barrios de la ciudad con conexiones clandestinas.

El proceso de normalización eléctrica que lleva adelante Edersa en Cipolletti permitirá que en 2025, 1.100 familias regularicen su situación, informó la empresa a cargo del servicio en la ciudad.

Durante este 2025, cuando se puso en marcha el proyecto, ya se concretaron obras de normalización eléctrica en los barrios Los Sauces y La Ribera (118 familias), El Espejo (53), Martín Fierro (238) y Puente Santa Mónica (221), de Balsa Las Perlas.

Los trabajos de regularización forman parte del Plan de Acceso Seguro a la Electricidad (PASE), un programa en el que trabajan el gobierno provincial, el municipal y la distribuidora eléctrica Edersa, que se inició en Cipolletti por una causa clara: es la ciudad con la mayor cantidad de barrios populares y asentamientos precarios de Río Negro.

La estadística que maneja Edersa es que en estos barrios, dos de cada 10 familias manifiesta que alguna vez sufrió una electrocución en su hogar, y una de cada tres alguna vez experimentó rotura de artefactos por problemas de tensión.

A muchas se les incendió la vivienda, y todas juran vivir con temor por la permanente irregularidad eléctrica, se indicó desde Edersa. Para ello, para tratar de disminuir todos esos peligros. A raíz de lo anterior se inició el programa de regularización.

“En Obrero A y B habitan unas 650 familias, pero alrededor del 25% de ellas se mantiene conectada al sistema irregular. Junto a la provincia y la municipalidad, estamos trabajando en regularizar todo el sector de manera integral, con colocación de pilares faltantes, retiro del cableado irregular y la constitución de nuevos usuarios. Con el alumbrado público llevaremos seguridad y tranquilidad a esos barrios”, explicó Sebastián Busader, jefe del Departamento de Normalización de Edersa.

Busader, resaltó el alcance y “espíritu” del programa PASE, y aseguró que se trata de una “experiencia inédita”. ¿Por qué? “Porque es una alianza entre lo público y lo privado donde no sólo se hace una obra y se coloca un medidor de luz. Lo que se busca es trabajar en la concientización del vecino a la hora de utilizar un servicio regular, que antes no tenía ni pagaba. Hay un trabajo de fondo, casi invisible, que es realmente muy importante”, explicó.

El PASE cuenta con dos etapas fundamentales: el acceso a energía segura y previsible, y la sostenibilidad en el servicio regular. “La primera etapa se cumple con la realización de la obra, la colocación de pilares, protecciones y el retiro del cableado irregular (hasta ayer, sed habían sacado más de 12.000 metros en diferentes sectores).

La segunda, quizá la más compleja, es lograr que los nuevos usuarios puedan consumir de manera eficiente y le lleguen facturas asequibles, que puedan pagar. Para eso, los acompañamos durante meses, con relevamientos (se hicieron en 638 viviendas), lecturas de medidores semanales (398 viviendas) y revisión de electrodomésticos (110 viviendas). Hay que trabajar para lograr usuarios conscientes, que logren consumir sin excesos”, agregó Busader.

“Las familias quieren y necesitan un mejor servicio, de calidad y sobre todo seguro. Lo piden y hay que saber que tienen derecho al mismo. Por eso, tenemos que trabajar en todos los niveles, porque de alguna manera se trata de un cambio cultural el que estamos llevando. El próximo paso para este año es llegar con la regularización definitiva al barrio Nuevo Ferri”, donde viven 348 familias, terminó.

Fuente: Diario Río Negro