Durante los últimos meses, la distribuidora EdERSA sufrió más de 200 robos.
Los hechos vandálicos y delictivos contra instalaciones eléctricas en el corredor que une las localidades de Allen y Chichinales se transformaron ya en un dolor de cabeza para todos. “No sólo que no cesan, además se diversifican en la metodología. Hace unos días nos quemaron 84 postes cerca de la Estación Transformadora de Regina, y el martes dejaron sin servicio a más de 9000 usuarios lanzando elementos contundentes contra las líneas de media tensión, también en la misma zona”, se quejó una alta fuente de la distribuidora EdERSA.
Desde hace ya un año y medio, estos episodios lamentables son periódico y moneda corriente. Todos, siempre, atentan contra la seguridad pública, ponen en peligro a vecinos, afectan a miles de usuarios y golpean económicamente a la distribuidora eléctrica. Muy pocos han sido esclarecidos, aunque llamativamente muchos de ellos se repiten en horarios y escenarios.
El flagelo preocupa, y mucho, por la recurrencia con que pasan y por los riesgos que generan los delincuentes, dejando en muchos casos cables colgados en el piso, con tensión que puede ser de hasta 13.200 voltios.
Durante los últimos meses, la distribuidora EdERSA sufrió más de 200 robos o hechos vandálicos si sólo se cuentan los ocurridos en media tensión y sobre subestaciones transformadoras. De ese total, “llegamos esta semana a la triste cifra de 85 transformadores de media a baja potencia que fueron o destruidos o robados”, indicó la misma voz de la empresa, y agregó: “y de esos 85, 61 fueron ataques ocurridos en el corredor que va de Allen a Chichinales”.
Los últimos dos transformadores fueron robados en Allen. Los hechos sucedieron durante la madrugada de ayer, muy cerca uno del otro. “Tiraron de las plataformas las máquinas de potencia en zona de las chacras 78 y 32. Lo increíble del caso es que justamente en la chacra 32, ya nos robaron 4 transformadores en menos de 4 meses: el primero el 12 de octubre del año pasado, luego pasó el 2 de noviembre, el 14 de enero y ayer”, se lamentó la fuente, y siguió: «EdERSA distribuye energía, no puede encargarse de la seguridad. Cada vez que tenemos que reemplazar un transformador, lo aseguramos todo lo que se puede, pero la inseguridad se ha vuelto indetenible”.
Hay un dato que no es menor, y es que la capacidad de reemplazo de estas máquinas de potencia se ha tornado un problema de complejidad importante. “Además que las pérdidas ya superan los 100.000.000 de pesos, la realidad es que hoy cada vez cuesta más conseguir transformadores en el mercado, por lo que hay que encontrar una solución a esta problemática urgente”, explicó.
Además de los robos, preocupan nuevos hechos delictivos. A fines de enero, delincuentes atacaron el predio que la distribuidora posee junto a la Estación Transformadora de Villa Regina, quemando nada menos que 84 postes y generando un enorme y peligroso incendio cerca de una instalación que es vital para el sistema eléctrico de esa localidad y las aledañas.
Cuatro días después, cerca de la misma zona, atacaron un alimentador troncal y dejaron a miles de usuarios sin servicio, hasta que llegó la guardia de EdERSA y solucionó el inconveniente. Y ayer a la madrugada se repitió el episodio vandálico, afectando el suministro de unos 9000 usuarios de Regina y Chichinales.