El hecho ocurrió la semana pasada en la rotonda de Cipolletti, a pocos metros de la Caminera.

Los delincuentes que roban cables, transformadores y demás instalaciones eléctricas superaron un nuevo límite: atacaron un alimentador de Edersa en la zona de la rotonda de Cipolletti que trabaja en una tensión mortal: 13.200 voltios. “El robo de acometidas y cruces de calles es histórico, pero desde hace meses el escenario se agravó considerablemente. Porque de baja tensión pasaron a robar cable de media tensión, de ahí siguieron a los transformadores y ahora también nos atacan los distribuidores troncales. Esto de alguna manera tiene que parar”, remarcó Leonardo Iriarte, Gerente de Operaciones de la empresa eléctrica.

Este gravísimo hecho, que es a la vez un riesgo y un daño, ocurrió la semana pasada. Ala altura de El Fortín Primera División de Cipolletti atacaron un alimentador que trabaja en 13,2 kilovoltios (kV), que es la media tensión con la que se llega a los transformadores de las calles. «Se llevaron parte del cable subterráneo a pocos metros de la Policía Caminera que se ubica a paso de los puentes carreteros, a la vista seguramente de muchos automovilistas», informó Edersa.

Los últimos hechos

Dos transformadores de calle (que convierten los 13,2 kV en los 220 V domésticos) fueron robados en las últimas horas: en zona rural de Fernández Oro y en el límite entre Ingeniero Huergo y General Enrique Godoy, además de llevarse acometidas (los ingresos a los medidores) en varias ciudades y cortaron un cable de media tensión en un sector rural de Contralmirante Cordero, que «no se llevaron porque era de aluminio», una aleación sin el valor comercial del cobre.

Cada uno de estos hechos representan un daño al servicio eléctrico porque la reposición no es barata ni sencilla desde el punto de vista de la logística.

«El de la semana pasada no es el primer robo a nivel alimentadores que sufre Edersa. Hace un tiempo se llevaron 1.600 metros de red eléctrica de media tensión que literalmente descolgaron de los puentes carreteros que unen Cipolletti con Neuquén.

“Ese robo millonario fue increíble, porque se llevaron todos los tramos de cable subterráneo dispuestos debajo del puente. Ese cable, como el afectado que se llevaron la semana pasada, tiene una capacidad de transferencia de unos 10 MVA (una medida de transformación), puede atender prácticamente un sexto de los clientes de Cipolletti”, continuó Iriarte.

La distribuidora contabilizó más de 70 ataques. “La realidad es que no damos abasto con el problema de los robos en todo el corredor que une las ciudades de Cipolletti y Chichinales. Tenemos equipos de trabajo que a diario deben ocuparse de verificar los robos, despejar los peligros, reparar instalaciones dañadas, reemplazar lo robado. Es un esfuerzo enorme y oneroso, que afecta a miles de usuarios durante horas y conspira contra la calidad del servicio y la seguridad”, dijo el gerente.

Fuente: Diario Rio Negro