Un nuevo golpe dieron los delincuentes eléctricos en horas de la madrugada de ayer, en zona rural de Allen. Amparados por la oscuridad y el poco movimiento, destrozaron un transformador y se llevaron las partes que luego venderán a algún reducidor de la zona.
El hecho provocó una profunda preocupación porque particularmente Allen se transformó en un escenario de constantes delitos de este tipo. Tanto es así, que en los últimos meses la distribuidora EdERSA sufrió nada menos que el robo y vandalización de 13 transformadores de potencia en media tensión. 10 de esos ilícitos ocurrieron en el área de chacras de Allen.
Ayer por la madrugada la guardia de EdERSA en esa localidad acudió a solucionar una salida de servicio a la altura de la denominada “Chacra 98”, en Ruta Provincial N° 65 y Calle 6. Allí se encontró con los restos de un transformador de 63 KVA de potencia, que abastece la zona y tiene un valor en el mercado de alrededor de 800.000 pesos.
En el último tiempo, miles de usuarios han sido afectados por interrupciones de servicio provocados por robo de cables y transformadores, vandalizaciones y otros tipos de hechos delictivos. El fenómeno tiene una fuerte presencia en el corredor que une las ciudades de Allen y Chichinales, pero también sufren las consecuencias vecinos de Catriel, Cinco Saltos, Contralmirante Cordero, Cipolletti y Fernández Oro.
El viernes de la semana pasada, la secretaria de Energía de la provincia, Andrea Confini, convocó a una reunión para tratar la problemática y buscar soluciones. De la misma participaron funcionarios provinciales, autoridades de EdERSA, el fiscal Guillermo Ibáñez y miembros de las brigadas policiales de Cipolletti, Allen, Cinco Saltos y General Roca.