Cientos de casos de robo de energía generan alarma por la seguridad pública.
Los hechos de inseguridad eléctrica se multiplicaron en las calles de Cipolletti y Fernández Oro, debido a usuarios que realizan acciones de hurto o fraude en sus pilares de luz, y generan una profunda preocupación por los peligros que acarrean.
La distribuidora EdERSA descubrió en el centro y los barrios de Cipolletti y Fernández Oro cientos de delitos con gran peligro para la seguridad pública. Durante los últimos meses se inspeccionaron en las dos localidades casi 6000 pilares eléctricos, y se detectaron alrededor de 400 manipulaciones de pilares y medidores para el hurto o fraude de energía.
Para llevar energía segura, de calidad y previsible a toda la provincia, EdERSA desarrolla varios planes de regularización y normalización del servicio.
Uno de ellos es el de “Seguridad Eléctrica, Hurto y Fraude”, que ejecutan cuadrillas de operarios diseminados en diferentes puntos de la provincia. “El objetivo es encontrar y terminar con casos que ponen en peligro a los propios usuarios, transeúntes, propiedades e instalaciones. Colgarse de la luz, manipular medidores o pilares, intervenir en las instalaciones eléctrica puede ser muy riesgoso, pero muchos lo hacen”, explicó el responsable de dicho programa, Juan Pablo Aravena.
El jefe del “Departamento de Gestión de Pérdida No Técnica y Sucursales” de EdERSA remarcó que en Cipolletti y sobre todo en Fernández Oro, “hemos hallado una cantidad de acciones ilícitas muy importante, por encima de la media provincial”.
Según informó, en Fernández Oro los equipos de detección de riesgo eléctrico y fraude encontraron “irregularidades en 1 uno de cada 5 pilares inspeccionados. Despejamos riesgos eléctricos y se normalizaron más de 100 instalaciones residenciales y comerciales, lo que para nosotros es muy importante”, explicó.
En Fernández Oro el robo o hurto de energía se encuentra cercano al 20% -sobre la cantidad de pilares revisados-, mientras que en Cipolletti ronda el 10%. “Eso en términos de cifras, pero en realidad el peligro es igual en las dos ciudades. En Cipolletti encontramos decenas de situaciones muy peligrosas para los ciudadanos, sobre todo en el centro de la ciudad. Hallamos comercios conectados directos de la red (sin ningún elemento de protección), caños de luz electrificados porque habían sido manipulados y todo tipo de irregularidades. Esa persona, que en realidad lo que busca es robar energía, no entiende el peligro al que expone a su propia familia y a sus vecinos”, agregó Aravena.
Los delitos se descubrieron en casas particulares, kioscos, fotocopiadoras, fiambrerías, vinerías, locales de comidas, cervecerías y hasta en algunos galpones del Parque Industrial cipoleño. Se labraron multas millonarias -que incluso superan los 10.000.000 de pesos- y se trabaja con el Ente Regulador para llegar a un punto clave: eliminar el riesgo eléctrico causado por las acciones ilícitas.
El Plan de “Seguridad Eléctrica y Normalización de Pilares” es un punto integrante del objetivo mayor que comparten EdERSA, el EPRE y la Secretaría de Energía: la Regularización Eléctrica en toda la Provincia. Por eso, se trabaja con fuerza en obras de normalización de barrios populares y asentamientos periféricos, para llevar energía segura y previsible a todos esos sectores.
Durante los últimos años, sólo en Cipolletti se concretaron obras de normalización eléctrica en Martín Fierro, Juventud y Desarrollo, Labraña, Puente Madera, Las Hortensias, Puente 83, 4 de Agosto, Obrero A y B, Auka Lihuen y Bicentenario, y se encuentran en ejecución en La Rivera y Los Sauces. En Fernández Oro, para el caso, se culminó con la regularización del barrio La Esperanza y actualmente se trabaja en Costa Esperanza.