El ente regulador EPRE consideró que el talón B de la factura no forma parte de la tarifa eléctrica y que la empresa puede incluir lo que considere.

 

El Ente Provincial Regulador de Electricidad (EPRE) decidió revisar su política de transparencia en la facturación del servicio de energía y autorizó a la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB) a mantener un talón B en la boleta de luz con los recargos que la empresa decida, siempre y cuando en el talón A, que no tiene código de barras para el pago por separado, se cumpla con el marco regulatorio rionegrino.

Mediante dos resoluciones que fueron festejadas en el edificio de la CEB de la calle Vicealmirante O’Connor, el directorio del EPRE le concedió además a la distribuidora un reconocimiento de costos laborales por 9,6 millones de pesos y un aumento de la tarifa por otros 114 millones. Además convalidó que Bariloche pierda la “reserva fría” de las centrales térmicas Pechón y Puerto Moreno, cuyas instalaciones tienen por ahora un destino incierto.

En Bariloche y Dina Huapi se cobra en los hechos una tarifa por encima de la que dispone el EPRE porque la CEB, troquelado mediante, incluye en la boleta un segundo talón con tres recargos, que no tienen por explicación más que una leyenda que dice “Res. Asamblea” y una fecha.

Además, en el caso de los clientes que tienen cloacas, cobra el servicio de saneamiento.

El presidente del EPRE, Néstor Pérez, que trabajó en la CEB, le dijo ayer a “DeBariloche” que el talón B “no es un ítem eléctrico” y que por lo tanto no pueden incluir allí cargos del servicio de energía. Pero podría la cooperativa disponer de cualquier cargo para financiar el déficit de su operación.

No es lo que opinaba el mismo ente en 2014, cuando dictó la resolución hoy revisada.

Los 9,6 millones de pesos que el ente le otorgó de aumento en la tarifa por mayores costos laborales corresponden al reconocimiento de una planta de personal de 125 trabajadores (en la última revisión tarifaria quinquenal era de 117). El incremento se aplicará de manera retroactiva a agosto del año pasado.

En cambio, los 114 millones de mejora de ingresos que el ente regulador le concedió a la CEB corresponden a una revisión de los costos de gestión comercial y un reconocimiento al aumento de los precios de los insumos para el mantenimiento del servicio.

La tasa que el EPRE les cobra a las distribuidoras para financiar su funcionamiento no puede trasladarse a la tarifa, pero la CEB lo coloca en el talón B. El regulador había advertido en 2014 que es una práctica prohibida pero ahora revisó la posición. “No nos involucramos en decisiones de la cooperativa”, dijo ahora Pérez.

El fin de la “reserva fría”

Las centrales térmicas Pechón y Puerto Moreno sostuvieron la demanda de Bariloche hasta hace 30 años.

Pero desde que la cooperativa realizó inversiones que permitieron configurar una red abastecida con la línea de 132 kilovoltios (kV) que desde 1987 llega desde el norte, funcionan como una “reserva fría” que debía estar lista para entrar en generación cuando el tendido desde Alicurá fallara.

Hace años que la CEB pide que le quiten la obligación de mantener la “reserva fría” (hay una central a gasoil de So Energy en La Paloma), pero recién ahora el ente regulador le dio el visto bueno.

En la tarifa había unos dos millones de pesos de reconocimiento de ese costo que se perderá. (Fuente diario Río Negro)