Así lo manifestó el gerente general de Edersa, Raúl Barhen.

Quien aseguró que la problemática está relacionada con el alto valor económico del cobre, el cual se ha visto elevado en medio del contexto de la guerra de Ucrania y Rusia.

Desde hace un tiempo, el robo de cables, como así también de transformadores medianos y pequeños en las zonas rurales y suburbanas, se ha convertido en un delito más que frecuente, que ya le costó a Edersa en el Alto Valle más de 70 millones de pesos. Así lo manifestó el gerente general de Edersa, Raúl Barhen, quien aseguró que la problemática está relacionada con el alto valor económico del cobre, el cual se ha visto elevado en medio del contexto de la guerra de Ucrania y Rusia. Respecto al robo de transformadores medianos y pequeños, el representante de la empresa de energía señaló que si bien ellos aún tienen stock de los mismos, de continuar este tipo de delitos -los cuales tienen lugar en todo el país- habrá un problema generalizado, ya que los fabricantes de estos artefactos están teniendo inconvenientes para cumplir con la gran cantidad de pedidos que reciben “Nosotros todavía tenemos un stock pero ya le advertimos a la secretaría de Energía y al Ente Regulador sobre un posible escenario”, confió Barhen, según lo informado por AN Roca.

Con todo esto, el gerente general le hizo conocer su preocupación tanto al jefe de la policía provincial, Osvaldo Tellería; y a la ministra de Seguridad, Betiana Minor.

“Se apunta a tratar de determinar cómo se hace la reducción y como se saca de la zona para llevarla a lugares como Buenos Aires. La policía está trabajando en el tema, pero es difícil de resolver”, comentó.

Respecto al robo de cables, el representante de Edersa confió que cada vez se repite con más frecuencia, y para empeorar la situación, los delincuentes que se dedicaban a apoderarse de “los cables de acometida” (los que bajan hasta el pilar), o líneas de baja tensión, ahora se están animando a robar cables de media tensión, por los que circulan hasta 13,2 kv.

En este sentido, habló de un robo reciente en Villa Regina, en donde se llevaron más de 2000 metros de cable de media tensión. “Un perjuicio muy grande, varias veces millonario; amén de que todo ese sector quedó sin energía durante más de 10 horas”, continuó Barhen.

Por tal razón, el responsable de la distribuidora apuntó a un cambio de estrategia para desalentar esos robos: los tramos que se reemplazan ya no son de cobre sino de aluminio, un material “más difícil de trabajar”. “Es más duro, pero al mismo tiempo tiene un menor valor de reventa”, comentó.

“Es cierto que no tiene la misma capacidad de transmisión que el cobre pero en la distribución anda bien. En las líneas de media y baja tensión da buenos resultados”, cerró.

Fuente LM Cipolletti