Se detectaron y solucionaron alrededor de 4200 casos de riesgos eléctricos en instalaciones residenciales y comerciales.
“También descubrimos comercios con conexiones directas y el caño del pilar electrificado, por lo que no ocurrió una desgracia de milagro. Incluso hemos llegado a viviendas que las hacen funcionar como comercios, con heladeras y freezer enchufados a instalaciones que terminan sobrecargadas y en riesgo. Detectamos fraudes en supermercados, en parrillas, en industrias que fabrican cerveza artesanal. Es importante que nuestros usuarios entiendan que el robo de energía es peligroso para todo el mundo y, además, atenta contra el servicio del vecino que paga regularmente su factura”, concluyó.
Fuente: LMCipolletti