Los delincuentes eléctricos no detienen su raid en Cervantes. Durante la madrugada de hoy dieron un golpe doble: se llevaron 200 cables de media tensión, afectando los servicios de energía eléctrica y de agua potable de la localidad; y atacaron en el cementerio local, de donde se llevaron el transformador de distribución que abastece a ese sector.
Cervantes, Allen y Villa Regina son los escenarios de robos y vandalizaciones permanentes contra instalaciones eléctricas. Los lugares se repiten y la impunidad se multiplica.
No es la primera vez que dan un golpe en la ruta Nacional 22, a la altura de la segunda entrada a Cervantes. En ese lugar volvieron a alzarse con cientos de metros de cable de media tensión, afectando el servicio al sector de la ruta entre los dos ingresos a la ciudad; barrio Virgen de Luján; y la zona balnearia. Además, afectaron el suministro de agua de la localidad porque el sistema de bombeo se quedó sin abastecimiento eléctrico.

 

Más tarde, el delito se trasladó hasta el cementerio de la ciudad. Allí se llevaron un transformador de distribución de 10 KVA. El campo santo “quedará lamentablemente sin suministro eléctrico, no sabemos hasta cuándo, dado que ya no tenemos transformadores con esa capacidad”, explicó una fuente operativa de la distribuidora. Y agregó: “Estamos trabajando para colocar el nuevo cable de aluminio y regularizar el servicio de luz y agua afectado en la ruta 22 y sectores aledaños”.
Los robos de máquinas de distribución y potencia es tan importante, superando hoy los 140 desde fines de 2021, que el mayor problema se halla en la imposibilidad de reponerlos. En lo que va del año, sólo en Cervantes se llevaron nada menos que 21.